
Nuestro tomate deshidratado tiene un proceso de secado lento el cual hace que pierda gran cantidad de su peso pero que mantenga su sabor original.
Es ideal para utilizarlo en ensaladas, pastas, en tostadas, y mucho más.
Se recomienda hidratarlo por una hora en agua caliente, luego secarlos bien y conservarlos en aceite de oliva con especies tales como sal, ajo, pimienta, orégano, etc.