El consumo de frutos secos en niños y niñas

El consumo de frutos secos en niños y niñas

Tostaduría TomassoNovember 18, 2020

Ya sabemos que, además de poseer un exquisito sabor, los frutos secos son una increíble alternativa nutricional y con múltiples beneficios a nuestra salud si se ingieren de manera balanceada. Sin embargo, debemos tener ciertas precauciones con dicha ingesta cuando se trata de los más chiquititos de la casa, ya que podrían traer inconvenientes. Las Asociaciones de Pediatría a nivel mundial recomiendan que el consumo de frutos secos enteros en niños sea después de los 5 años de edad, por el riesgo de atragantamiento que existe si es que el menor no sabe masticar correctamente. Pero, por su gran valor nutricional, se podrían consumir molidos desde el primer año de vida en adelante, siempre teniendo en cuenta que existen estudios donde se indica que el 75% de las reacciones alérgicas en los niños se deben a alimentos como el huevo, leche y frutos secos y, de hecho, la alergia a estos últimos, es una de las siete alergias alimentarias más comunes en bebés y niños.

Teniendo en cuenta lo anterior, una vez superada esta etapa y cuando el niño está capacitado para masticar y tragar los frutos secos, estos se convierten en un perfecto aliado para enseñarles a comer de manera saludable.

Existen momentos del día que son perfectos para que los más chicos coman frutos secos. Por ejemplo, en el desayuno, para que así consigan un aporte energético adecuado que los ayude a mantenerse activos en las primeras horas de la mañana. Un puñado de nueces, avellanas o almendras laminadas a los cereales del desayuno pueden ayudar a conseguir ese aporte sin incrementar ni el tiempo de preparado ni el de ingesta del desayuno. Otro momento perfecto será antes o después de hacer deporte, ya que ingerirán un alimento saludable, que aporta energía, rápido y fácil de comer, dejando a un lado las bebidas energéticas o las barras de cereal envasadas que de sanas no tienen nada. También, se les pueden enviar al colegio para la hora de colación, siendo una alternativa perfecta por su escasa preparación y su fácil transporte.

Ahora, no todos los frutos secos son igualmente saludables para nuestros niños. Aquellos más recomendados, teniendo en cuenta la relación entre micronutrientes y contenido calórico, son las castañas, avellanas y almendras, seguidos de los pistachos y las nueces. Entre las semillas, las de maravilla contienen la más variada combinación de vitaminas y minerales, seguidas de cerca por las de zapallo, siendo ambas una fuente importante de ácidos grasos omega 3 y 6. Además, siempre se debe preferir consumirlos en su forma natural, o sea sin tostar, ni endulzar, ni con sal añadida.

Por último, recordar que, como en todo, en el equilibrio está la virtud y, si bien un puñado de frutos secos o semillas al día puede favorecer la salud tanto de niños como de adultos, abusar de ellos y comerlos en exceso, pueden afectar la ingesta calórica debido a su elevado contenido en grasas. Un consumo elevado de grasas, aunque sean saludables, puede inclinar la balanza hacia el aumento de peso y esa no es la idea sino al contrario! Comer de forma ordenada, equilibrada y saludable en todo momento, será siempre la clave.

Etiquetas: frutos secos, niños